FURIA DE INFANTES. Logan Lerman como Perseo "Percy" Jackson. |
El título de esta película podrá llamar mucho la atención y ser muy llamativo, al estilo de los títulos de las películas de Harry Potter, pero los resultados están lejos de ser prometedores. Se necesita más que un buen título para que una película funcione, mínimamente, como entretenimiento familiar de fin de semana. El gran problema de Percy Jackson & the Olympians: The Lightning Thief (2010) es que, en corto, no es más que un Clash of the Titans para niños abajo de los 15 años. Es decir, la idea de la novela (escrita por Rick Riordan) en la que está basada la película, es presentar versiones jóvenes de semidioses e instalarlos en un contexto moderno. En la película, al menos, dicha idea no funcionó mucho para mí.
Los primeros minutos son interesante, a pesar de parecer el inicio de cualquier película promedio de superhéroes. Percy Jackson (Logan Lerman) es un chico tranquilo, con un sólo amigo (Brandon T. Jackson) y que vive en un núcleo familiar conflictivo. Su madre (Catherine Keener) vive con un hombre aficionado a la cerveza (Joe Pantoliano), con el que el chico no lleva una relación muy amistosa. Percy ha crecido sin saber nada de su verdadero padre, y sin una razón aparente, siente una atracción-fascinación por el agua. Puede aguantar la respiración debajo de una alberca por mucho tiempo y, ocasionalmente, leer griego.
Muchas de las preguntas de Percy se irán respondiendo luego de una visita al museo, en donde un extraño guía en silla de ruedas y con facha de ermitaño (Pierce Brosnan), le revelará quién es realmente y su verdadero destino, así como el por qué un demonio lo ha acusado de ser el "ladrón del rayo".
Durante la primera parte parece que estamos en la mágica tierra de Narnia, justo cuando Percy viaje al mundo de los dioses y se enteré de que es Perseo, hijo de Poseidón (Kevin McKidd). Sin embargo, este universo está años luz de ser lo suficientemente mágico, fantástico y/o maravilloso como debiera. Hay un fauno, algunos centauros esparcidos por ahí, pareciendo el lugar más un campamento de verano para los hijos del Olimpo que otra cosa.
Percy conocerá a una bella chica, Annabeth (Alexandra Daddario), nada menos que la hija de Afrodita, y a Luke (Jake Abel), primogénito de Hermes. Por cierto, este último posee un gadget como sacado de un comercial de tenis Converse: unos tenis con alitas. Cuando la mamá de Percy, humana y mortal, sea secuestrada por el infernal Ades (Steve Coogan, con look heavy metal que parece una mezcla de Tom Waits y Keith Richards), Percy se embarcará en una "titánica" aventura para rescatarla y, de paso, tratar de encontrar al verdadero ladrón del rayo. El rayo ha sido robado de las poderosas manos de Zeus (Sean Bean), sin mayores explicaciones o detalles de por medio al respecto.
La película es dirigida por Chris Columbus, responsable de las dos primeras películas de Harry Potter. A pesar de dicho antecedente, aquí no hay tanta magia de por medio; ni escenarios o personajes lo suficientemente interesantes. Me parece que el mayor problema ha sido el material literario que Columbus tuvo a su disposición. Por ejemplo, el episodio de Medusa (Uma Thurman, con la cabeza cubierta de serpientes digitales) no podría ser más malo. Para poder vencerla, Percy se vale --- ¡de un IPhone! Luego, la película parece empezar a respirar un poco cuando nuestro grupo de jóvenes semidioses tiene que enfrentarse con una Hidra, para luego ir para abajo de nuevo. Cuando finalmente se encuentren con Hades, donde todo hubiera podido tener un tono de comedia, más paródico, todo es de lo más anticlimático.
Desafortunadamente, la película se queda en unos niveles ligeramente arriba de lo televisivo. Hay poco o nada para un público más adulto. Sin efectos especiales notables, ni una producción atractiva, dudo mucho que esta franquicia pase de las dos películas (ya se prepara la secuela para el 2013).