David Arquette y Kari Wuhrer. |
Una
actualización de las premisas argumentales de las películas serie B de los
1950, sobre invasiones de monstruos y mutaciones radioactivas. No se puede
negar que es divertida y entretenida, si se toma como lo que es. Un pequeño
pueblo minero es invadido por arañas y tarántulas gigantes de todas especies,
luego de estar en contacto con desperdicios radioactivos. Hay unas arañas (las
tarántulas) que lucen convincentemente temibles, mientras que otras se quedan a
medias en cuanto a animación y acabado. Dirige un tal Ellory Elkayem, cuya
estrategia es sobrepasar los limites de la autoparodia. Muchas arañas hacen
ruidos graciosos y actúan en muchas ocasiones de manera muy caricaturezca. La escena de las avestruces siendo
devoradas por la araña escondida es hilarante. Scarlett Johansson tiene un
papel secundario y pequeño, totalmente fuera de lo que nos tiene acostumbrados.
David Arquette es el héroe de la historia, un tipo común y corriente con un
solo gag qué mantener todo el tiempo: la imposibilidad de declarar su amor
hacia la atractiva sheriff del pueblo (Kari Wuhrer).