Adam Sandler |
Cuando Adam Sandler ofrece una buena actuación como en Uncut Gems, desconcierta, y te toma desprevenido. Uno no sabe si es un buen actor, que por alguna razón gusta de hacer, la mayor parte del tiempo, malas películas; o un actor que simplemente necesita encontrar el proyecto adecuado, un buen guión, y un director que crea en él. Aunque ignorado por la Academia de Hollywood para una nominación a Mejor Actor, no cabe duda que en este filme Sandler sorprende, y ofrece un trabajo que, por lo menos, te sacude y te hace pensar al final "¿Realmente era ese Adam Sandler?" A los cinéfilos no nos sorprende mucho, ya que antes, en Punch Drunk Love, y más recientemente, en The Meyerowitz Stories, Adam Sandler ha dado muestras de que cuando quiere ser un buen actor, lo consigue.
Los hermanos Safdie, Benny y Josh, los realizadores, ofrecen una película que, de entrada, parece una cruza entre una historia de gángsters estilo Guy Ritchie (Snatch, por ejemplo), y de los relatos de mafiosos de Martin Scorsese (de hecho, funge como productor ejecutivo). Llega un momento en el filme en que Sandler, en el punto más desesperante de su situación, parece querer emular al muy joven Robert De Niro de Mean Streets, de Scorsese. No trato de decir que Sandler alcance esos niveles, está difícil que algún día lo haga. Sin embargo, Sandler termina construyendo un personaje que se siente muy original, sacado de su propio baúl de sorpresas, y que no se parece a nada de lo que ha hecho antes.
Sandler interpreta a Howard Ratner, dueño de una joyería con cierto prestigio y clientela exclusiva, formada, entre otros, por el basquetbolista Kevin Garnett (quien hace una "aparición especial" en el filme). Desde unas minas en Etiopía, ha llegado a las manos de Howard una extraña y enorme piedra de diamante, la cual, según él, está valuada en millones de dólares. Howard tiene planeado vender la piedra en subasta, pero comete el grave error de hacer demasiado pública su adquisición. Cuando Garnett le pida la piedra a Howard, en un inusual préstamo-intercambio por tan sólo 24 horas, todo se complicará para éste, debido a que está endeudado con unos mafiosos italianos, quienes, para colmo, tienen como jefe a su cuñado (Eric Bogosian).
Los Safdie ofrecen un filme tan entretenido como inquietante, un estudio vibrante sobre un apostador compulsivo, de ambiciones incontrolables, y con hambre por el dinero. Además, los realizadores muestran una gran habilidad para sumergirnos en sofocantes ambientes urbanos, que te llevan al cine de los 1970 de Scorsese (Taxi Driver viene a la mente), y muestran también alguna inspiración en el cine de los Coen (al inicio, de llevarnos a explorar los interiores coloridos de la piedra, nos llevan a las imágenes de una colonoscopia).
Por otro lado, Sandler está rodeado de excelentes actores secundarios, como LaKeith Stanfield, interpretando al amigo y colaborador de Howard, Idina Menzel, quien interpreta a su esposa, y Tilda Swinton presta su voz para la gerente de la casa de subastas, y que nada más escuchamos por el auricular del teléfono. Aunque llega un punto en que las cosas se complican demasiado en la trama, y que se necesita un respiro ocasional dentro del ritmo frenético de la narración, vale mucho la pena dejarse llevar por este viaje entre calles y callejones, casas de empeño, joyas, dólares, y un poco de basketball. Quién sabe cuándo Sandler vuelva a estar así de bien.
⭐️⭐️⭐️⭐️
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