¡SALUD, OLD SPORT! Leonardo DiCaprio como el misterioso millonario Jay Gatsby. |
Esta última adaptación de The Great Gatsby, el clásico de la literatura norteamericana escrito por F. Scott Fitzgerald, tal vez no sea del todo apta para una audiencia ultraconservadora. Habrá gente que vea con ojos de amargura y resentimiento esta moderna revisión que hace el australiano Baz Luhrman del clásico libro, dirigida con un tono incluso algo satírico de los convulsos años 1920. El asunto funciona, incluso a nivel visual, que incluye un logrado diseño de producción, que recrea con maestría la época del charleston. Como en Moulin Rouge! (2001), la banda sonora es anacrónicamente disfrutable, mezclando música de los 1920s con música moderna, dando como resultado un experimento cinematográfico postmoderno, que al mismo tiempo mantiene una fidelidad aceptable a su fuente literaria original.
Es evidente que Luhrman quiso alejarse de una rigidez formal y clásica, aquella con la que Coppola dirigió la anterior adaptación en 1974, con Robert Redford y Mia Farrow en los papeles principales. La narrativa es casi la misma en ambas, pero en la nueva versión se apuesta por un aura más juvenil, irradiada por todo su reparto. Leonardo DiCaprio encarna al misterioso Jay Gatsby del título, en otra de sus geniales actuaciones llenas de bravura. Su Gatsby tiene un aire magnánimo, lleno de personalidad, aunque también es tímido, inseguro y nervioso; sabiendo decir su famosa frase "Old Sport" con la misma naturalidad y facilidad que Redford tuvo anteriormente. Tobey Maguire es Nick Carraway, aquí con la licencia artística de ser un alcohólico en recuperación, quien a manera de terapia, escribe una crónica sobre su experiencia como amigo y vecino de Gatsby, y sus aventuras con excéntricos millonarios.
Si bien DiCaprio ofrece una actuación digna de ser apreciada, es Tobey Maguire quien sorprende más con una actuación igualmente soberbia. Nick relata cómo, inesperadamente, se convirtió en el que fuera quizás el único amigo cercano de Gatsby, involucrándose en un mundo de fiestas interminables, llenas de música e invitados que no sabían quién era realmente su anfitrión. A pesar de todo, Gatsby vive una solitaria existencia en su mansión, observando de lejos la casa de su amor de la juventud, Daisy Buchanan (muy buena actuación de Carey Mulligan), donde vive casada con Tom Buchanan (Joel Edgerton), el adinerado amigo de Nick.
Por supuesto, no es una adaptación fiel al libro. El final original fue mutilado (el DVD tiene escenas eliminadas, con varias escenas del final libro). Pero lo mejor, es que no se conforma con ser una adaptación literaria y convencional. ¿Es una adaptación más dirigida a las jóvenes audiencias del siglo XXI? Tal vez. Para mí, que no hace mucho leí el libro, el filme es una experiencia cinematográfica intensa, arriesgada, y visualmente original.
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