¿Cómo sacarías un Ferrari rojo de un rascacielos? Este grupo de inexpertos ladrones tendrá la respuesta. |
¿La
mejor película de Brett Ratner a la fecha? Un crítico así lo afirma. He visto
la mayoría de sus películas, y me parece un realizador irregular. Si bien lo
peor de sus películas es “After the Sunset” y la saga de “Rush Hour” (entretenidas
gracias a las acrobacias de Jackie Chan, pero insoportables debido al
insoportable Chris Tucker), por otro lado, me gustaron “The Family Man”, “Red
Dragon” y “X Men: Last Stand”. Aún tengo que ver “Horrible Bosses”, que en
general he escuchado está
“pasable”. Tower Heist (2011) es una buena comedia, redonda, con humor bien
dosificado, así como una ridícula y vertiginosa escena de un robo a miles de
pies de altura. Lo más sorprendente, es que trae de vuelta (como en una cápsula
de tiempo) al mejor Eddie Murphy. No al de los churros que empezó con su remake
de “The Nutty Professor”, sino al Murphy que fue gracioso en los 1980. Cómico,
verborreíco sin ser insufrible y en plena forma, para mantener su humor intacto
de principio a fin. Eddie Murphy casi acaba robándose la película.
Como el
título indica, tenemos una “heist movie” (es decir, película de grandes-y-casi-imposibles
robos) en clave de comedia. Puede verse como una especie de parodia de la
trilogía de “Ocean’s Eleven”, con todo y música jazzy-groovy-funky. No por nada
Casey Affleck, protagonista de todas las películas “Ocean’s”, actúa en la
película. Un grupo ecléctico, pero con una cosa en común, planea llevar a cabo
un gran robo. Casi todos han sido estafados por un millonario hombre de
negocios (Alan Alda), por lo que buscan venganza planeando el robo de su caja
fuerte, en donde creen oculta una cuantiosa suma de dinero.
El
grupo está encabezado por Josh (Ben Stiller), gerente de “The Tower”, un lujoso
edificio en Nueva York, en donde vive lo más selecto, incluyendo nuestro
estafador. Un pobre tipo al que ha dejado su esposa (Matthew Broderick, genial en
toda la inocencia y habilidad numérica de su personaje), también residente del
edificio, se unirá a ellos. El grupo se completa con el recepcionista de la
torre (Affleck), un elevadorista latino (Michael Peña) y un ladrón de cuarta
(Eddie Murphy), vecino de Josh y reclutado por éste como principal asesor.
Sería
un crimen revelar aquí los giros inesperados que toma la historia. Basta decir
que en el robo acaba involucrado un valioso Ferrari rojo, que según se afirma,
perteneció a Steve McQueen. ¿Cómo sacarías un Ferrari rojo de un rascacielos,
en pleno desfile de “Día de Acción de Gracias”, sin que nadie se de cuenta de
ello? Esa será una de las aventuras en la película, por las que vale la pena la
entrada. Ben Stiller actúa bien en su personaje habitual del tipo torpe al que
las cosas no le salen como espera, aquí con un aire inesperado de importancia y
grandeza, que va acorde con la misión. Es decir, su Josh está decidido a ser una
especie de “Robin Hood” de la “Gran Manzana”, dispuesto a hacer justicia por su
cuenta y en favor de su staff. Tea Leoni luce guapa de morena ojiverde, en su personaje
de agente de FBI, seria la mayor parte del tiempo, pero con un logrado tono de
suma autoridad. Mientras,
otra de las sorpresas es ver de vuelta a Gabourey “Precious” Sidibe, como una
empleada de limpieza jamaiquina (su acento es de lo más convincente). Un
poquitín más de romance entre Josh y la agente, no le hubiera venido mal a la
historia.
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