George Clooney interpreta a un obscuro y silencioso personaje en "The American". |
El
segundo largometraje del director holandés Anton Corbijn, es un thriller
hollywoodense con un toque artístico y de autor en extremo marcado. Tiene como
protagonista a George Clooney, una estrella de Hollywood, en un obscuro papel,
totalmente alejado de sus personajes dentro del mainstream comercial. Esta
película sigue hablando mucho del interés de Clooney por el cine independiente,
a través de “Smoke House”, su casa productora. El resultado, es una película
que podría calificarse como un thriller, pero que irónicamente, no tiene mucha
acción. Se puede calificar como una película de suspenso, que aunque bien
establecido, se toma su tiempo necesario, sin prisas. En resumidas cuentas, no
es una película palomera, sino una más preocupada por su estética y dirección
fotográfica. En “Control”, primer largometraje de Corbijn, sucedía lo mismo, un
recordatorio de la antigua profesión de fotógrafo del realizador. Martin Ruhe
es el director de fotografía en ambas, aunque puede adivinarse una colaboración
mutua, profunda, entre ambos.
Basada
en la novela “A Very Private Gentleman”, de Martin Booth, The American (2010)
es como un western ambientado en un pueblito italiano. Ahí llega el asesino a
sueldo interpretado por George Clooney, para ocultarse de un grupo de asesinos
suecos que le han dado un “susto” mientras descansaba con su novia en una
cabaña. No sabemos si su nombre es Jack o Edward. Es de pocas palabras (Clooney
tiene la oportunidad de presumir unas 4 o 5 palabras en italiano), un agudo
observador, desconfía hasta de su propia sombra (casi al borde de un delirio de
persecución), tiene una peculiar fascinación por las mariposas (incluso tiene
una tatuada en la espalda) y es un
hábil constructor de armas. Todos lo miran como un forastero en el laberíntico
pueblito, en donde conocerá a un curioso y preguntón sacerdote (Paolo
Bonacelli) y a una guapa prostituta (Violante Placido), con la cual trata de
llenar sus momentos de soledad. Además, otra mujer atractiva y misteriosa entra
en su vida (Thekla Reuten), quien le encarga construir una arma de alta
precisión.
No es
una película con muchas sorpresas. Quienes hayan visto suficientes thrillers y
películas de espionaje, no tardarán en ir adivinando los eventos que se irán
sucediendo. Es la clásica historia del matón a sueldo que encuentra, sin
esperarlo, tranquilidad y redención en el amor, pero que descubrirá –si no es
que ya lo sospechaba- lo difícil que es huir del submundo de la mafia. El
pueblito, con su enredijo de callejuelas en el que se pierde Jack, puede verse
como un símbolo de ello. Es una telaraña en la que para Jack será difícil
ocultarse de sus enemigos. Hay un homenaje a Sergio Leone (en un restaurante
Jack observa “Once Upon a Time in the West”) y el inevitable duelo final. El
filme de Corbijn es visualmente atractivo, con paisajes bellos y cuidadosamente
compuestos. En otras tomas, sabe cómo fotografiar muy estéticamente la espera e
inactividad de su personaje (las escenas en el restaurante), enmarcándolo en
grandes ventanas. No es para un público buscando el entretenimiento de fin de
semana, sino para uno más preocupado en la psicología y estado emocional de sus
personajes. En este sentido, George Clooney sabe cómo conseguirlo con una buena
actuación, basada más en gestos, semblantes y silencios.
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