Un misterioso violín será el hilo conductor de cinco historias. |
Por el
título, podemos adivinar que el protagonista principal de esta película es un
instrumento musical. Es la historia de un violín rojo, la obra maestra de un
fabricante de violines (inspirado en Antonio Stradivari), en 1681. Ahí es donde
arranca la historia, en Cremona, Italia. Al tiempo que Nicolo Bissotti (Carlo
Cecchi) termina su violín, su esposa se encuentra gestando a su primogénito, a
quien dedica el instrumento musical. Antes, la mujer pedirá que le lean las
cartas para saber su fortuna. El presagio no será bueno.
El
realizador canadiense François Girard (Glenn Gould) siempre tiene como guía en su filmografía la música. The Red
Violin (1998) está narrada a través de 5 historias. Las principales están
ambientadas en Cremona y la otra en Quebec, esta última en el tiempo presente,
durante una subasta en la que el famoso violín está a punto de ser vendido. Las
demás historias tienen lugar en Viena, en 1793, en donde un pequeño y angelical
niño huérfano es un prodigio del violín, un “nuevo Mozart”, bajo la custodia de
un amante de la música y maestro. Otra ocurre en Oxford, a finales del siglo
XIX, con una especie de Paganini británico y una trágica historia de amor. Luego, una
más ocurre en Shangai, durante la revolución cultural china, en donde una mujer
arriesga todo por salvar un valioso violín, mientras la policia se dedica a
destruir toda la música occidental y con tufo “capitalista”.
En cada
historia es el violín rojo el que hace este viaje musical por el tiempo, hasta llegar a la subasta. A su vez,
iremos viendo, poco a poco, diferentes hechos que tienen lugar en la subasta.
Ahí, un misterioso comprador (Samuel L. Jackson), será el centro de una pequeña
historia estilo heist movie, fascinante y
reveladora, en donde se hace el intrigante descubrimiento de por qué el
violín es rojo. Esta, junto con la historia en Cremona, son las mejores. La del
niño violinista es conmovedora; la del Paganini pelirrojo es fetichista y
elegantemente fotografiada; la de Shangai con mucho suspenso. Notablemente
ambientadas, las historias tienen un mismo hilo conductor, un violín que puede
ser que cargue una maldición. Entre una y otra historia, seguramente, existen
muchas otras más, pero que se quedan para nuestra imaginación. Algunas se
sienten inspiradas en personajes reales y eso les resta originalidad, pero el
caso es que a la mitad acabé enganchado con el destino del dichoso violín. Y si
se es amante de la música clásica, la película se puede disfrutar mucho más.
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