Leon Zat (Anthony LaPlagia), es un oficial de narcóticos desencantado con su vida de esposo y padre de familia. De carácter violento, agobiado por la crudeza de su trabajo, Leon tiene una aventura amorosa con Jane (Rachel Blake), su compañera en las clases de baile a las que asiste, a regañadientes, con su esposa Sonia (Kerry Armstrong). Por otro, tenemos a Valerie (Barbara Hershey), psicoterapeuta que sobrelleva con su marido, John Knox (Geoffrey Rush), abogado de carácter seco, la muerte de su pequeña hija. Los únicos que mantienen un matrimonio feliz y estable, a pesar de sus problemas económicos, son Nick Damato (Vince Colosimo) y su esposa; vecinos de Jane. Estos tres micro-universos quedarán enlazados por varias circunstancias, a través de encuentros agradables y otros no tanto.
La película muestra cómo estas tres parejas, diferentes entre sí por sus estratos sociales, sobrellevan y sobreviven a sus problemas. En Sonia y Leon será la infidelidad de éste y la drogadicción de uno de sus hijos; Valerie y John la muerte de su hija y la posible infidelidad de éste último, según Valerie, con uno de sus pacientes, un joven homosexual que, de hecho, lleva una relación con un hombre casado. Por último, Nick y su esposa deberán afrontar la posible responsabilidad del primero en la misteriosa muerte de la mujer que vimos al inicio.
Cabos que se atan y desatan en la vida de cada uno de los personajes, arman desde el comienzo el suspenso alrededor de sus grises existencias, para finalizar en un drama de donde nadie saldrá inmune, al menos, psicológicamente hablando. Las actuaciones de todo el reparto son magníficas, producto de la buena dirección de Lawrence, que logra involucrarnos de manera efectiva en la intimidad y problemas de cada uno de los personajes. Si bien los diálogos dejan, en ocasiones, entrever un tono aleccionador y moralizante (se puede extraer que sin confianza un matrimonio difícilmente se sostiene), funcionan bien gracias a que resultan creíbles, dentro del contexto social de cada pareja.
Lantana es un retrato bien perfilado acerca de las crisis matrimoniales, y en ese sentido, el asesinato de la mujer será una suerte de “mcguffin” muy funcional como el detonante de las tensiones y conflictos de las parejas, bien descritos en el guión de Bowell en su lograda construcción y caracterización de sus personajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario