Robert Pattinson y John David Washington |
Tenet, la película que salvaría a la industria del cine debido a los cierres de las salas por la pandemia el año pasado, no consiguió el milagro esperado. Cuando los cines reabrieron sus puertas alrededor de agosto, Tenet, el reciente filme de Christopher Nolan, tuvo su estreno, teniendo a los dueños de las salas esperanzados y listos para recibir numerosas audiencias. Desafortunadamente, no fue así. Aunque la gente sí fue a los cines a ver Tenet, el simple nombre del genio detrás de Batman Begins e Inception no fue suficiente, ya que la película no recopiló lo esperado en taquilla (otras grandes producciones, como la nueva película de James Bond, fueron pospuestas hasta nuevo aviso). Por otro lado, tampoco ayudó mucho el hecho de que algunos críticos afirmaran que Tenet era complicada de entender, y que necesitaba verse dos o tres veces para poder comprender su intrincada trama. Luego de verla dos veces, la verdad no la sentí tan complicada como dicen, ni tampoco creo que es la mejor película en la filmografía de Nolan.
Tenet es todo un experimento narrativo, que juega con lineas del tiempo, algo nada nuevo si se han visto con anterioridad otras películas de Nolan. En Tenet, Nolan juega torciendo y retorciendo la trama, a través de viajes en el tiempo, moviéndose hacia atrás y hacía adelante en los hechos, todo depende si los personajes se encuentran en un área especial. Esta área guarda un elemento secreto, que permite no únicamente estos viajes en el tiempo, sino que, por ejemplo, las balas que son disparadas regresen al arma que las disparó. A pesar de lo original que suena todo esto, tenemos una trama convencional, sobre un villano genérico de origen ruso, Sator (Kenneth Branagh), quien, por supuesto, está buscando controlar el mundo. El personaje principal, al que conoceremos únicamente como el "protagonista" (interpretado por John David Washington) será reclutado como un agente secreto, para que junto a un investigador, Neil (Robert Pattinson), eliminen a Sator. Esto luego de que Kat (Elizabeth Debicki), esposa del villano, les pida ayuda para detenerlo.
Algo me ha venido sucediendo con los filmes de Nolan desde Dunkirk. Si bien sus filmes siguen sorprendiendo desde el punto de vista técnico, gracias a sus experimentos narrativos, en donde las tramas terminan siendo un gran reto para el espectador, las historias, por el contrario, han ido retrocediendo en cuanto a verdaderamente engancharte e involucrarte emocionalmente con los personajes. En Dunkirk, como ahora en Tenet, Nolan se nota más preocupado y centrado en el aspecto técnico de la narración, en tratar de construir sus invenciones lo más coherentemente posible, que tengan el mayor sentido para nosotros, y que se vayan a ver espectaculares en la pantalla IMAX, que en verdad ofrecer una historia con personajes que te importen, y con los cuales te sientas emocionalmente compenetrado. Tenet me maravilló por su propuesta original sobre viajes en el tiempo y narraciones paralelas, con líneas de tiempo convergiendo una con otra, siendo fascinante su manera de contar la historia. Nolan afirma que el estilo narrativo del filme, se asemeja al interminable giro en espiral de esos cilindros giratorios que se encuentran fuera de las peluquerías (bueno, si tú lo dices). Pero su trama me dejó al final algo frío. Con todo, considero a Tenet uno de los mejores filmes del muy conflictivo y complicado año 2020. Quizás Nolan necesite mirar atrás, y regresar a sus mejores filmes, como Memento, The Prestige, o Batman Begins, en donde era evidente que la trama y los personajes le importaban mucho más. ⭐⭐⭐1/2
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