¡¡¡EXCELENTE!!! Alex Winter y Keanu Reeves regresan como Bill y Ted |
Su reencuentro fue el más esperado en cine el año pasado, en una secuela tardía, pero de todas maneras bienvenida. Bill y Ted, los viajeros en el tiempo, regresan en un filme cuya mayor estrategia es apostar por la nostalgia. Y a quienes no les suenen ni remotamente sus nombres, es que no crecieron en los 1980 viendo los dos filmes originales en VHS (que dieron origen incluso a una serie animada basada en la primer película). Keanu Reeves y Alex Winter (este último rescatado del olvido), vuelven a encarnar a Bill y a Ted, respectivamente, los dos bombásticos amigos rockeros, todavía con la misma pasión por el Heavy Metal.
En Bill & Ted Face the Music, tercera película de la serie (la primera, Bill & Ted's Excellent Adventure, de 1989, y la segunda, Bill & Ted's Bogus Journey, de 1990), demuestra que treinta años no pasan en vano. Aunque no tengan la misma energía de antes (y que Keanu Reeves parezca una especie de John Wick afectado mentalmente por alguna golpiza), la película sorprende por su acertada forma de aterrizar bien a los personajes en pleno 2020; presentados como dos padres de familia completamente ineptos para el matrimonio (están casados y enfrentando dificultades con sus respectivas esposas), y con dos hijas adolescentes, Thea y Billie (Samara Weaving y Brigette Lundy-Paine), que son casi como las versiones femeninas de sus padres.
La gran pregunta es ¿funcionan Keanu Reeves y Alex Winter, ambos ya en sus cincuenta y tantos años, todavía como Bill y Ted? Con el guión correcto, definitivamente sí. Es cierto, al principio cuesta algo de trabajo asimilar dicha idea, viéndolos tratar de emular, con una pasión especial, a sus clásicos personajes. Ciertos gestos y movimientos siguen ahí, incluso la forma de hablar, y sobre todo, la misma química que tuvieron años atrás. Y una vez que han calentado motores y el filme avanza, los dos retoman el camino sin problemas a lo largo de la película.
Luego de ser transportados al futuro, ahora sin la compañía del entrañable Rufus (el fallecido actor y comediante George Carlin), su guía futurista en los dos filmes originales, Bill y Ted se enteran de que deben componer una pieza musical que salve al universo. Kelly (Kristen Schaal) será su guía y quien les ayude a cumplir su misión, la cual -¡sí, adivinaron!- será emprender una travesía en el tiempo en la cabina telefónica, para reclutar a varias figuras importantes de la música (Louis Amstrong, Jimmy Hendrix, Mozart, etc.) para que les ayuden a componer la pieza musical, y demostrar nuevamente sus talentos musicales. Sin embargo, no lo tendrán fácil, ya que los líderes tiránicos del futuro enviaran a Dennis (Anthony Carrigan), un cyborg que, como si fuera un Terminator, tratará de impedir que nuestros héroes cumplan con su misión.
Hay una que otra sorpresa agradable en la película, como un viaje al infierno en donde nuestros viajeros se reencuentran con un viejo conocido (no arruinaré la sorpresa, sólo diré que demostró ser un buen bajista y que les guarda resentimiento por un suceso del pasado). Dirigida por Dean Parisot (Galaxy Quest, Red 2), sin ser nada extraordinaria, ni precisamente mejor que sus antecesoras, Face the Music termina cumpliendo con los fans y, además, es divertida. Pero lo importante, es que el espíritu original de las primeras dos películas ha sido bien reflejado, sin necesidad de ser una gran producción con costosos efectos especiales. En serio, te deja con ganas al final de gritar ¡¡¡Excelente!!!! ⭐⭐⭐1/2
Disponible en plataformas digitales.
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