Tenoch Huerta |
En su secuencia de créditos inicial, Son of Monarchs abre con imágenes impactantes de las alas de una mariposa monarca, vistas con un microscopio, mostrándolas en todo su colorido esplendor y detalle. Algo que nos anticipa que la trama del filme girará en torno a dichas mariposas, que serán un elemento importante de la historia. Dirigida por Alexis Gambis, y estrenada durante el 18 Festival Internacional de Cine de Morelia, la película cuenta la historia de Mendel (Tenoch Huerta, aguado en su papel), un biólogo que se encuentra trabajando en una investigación sobre la genética de las mariposas monarca (sus padres, aficionados a la ciencia, lo nombraron Mendel en honor al científico descubridor del ADN), y que dejó años atrás su natal Michoacán para irse a trabajar a Nueva York. Mendel se encuentra de visita en su pueblo natal debido al fallecimiento de su abuela (Angelina Peláez), aunque se encontrará con que su hermano, Simón (Noé Hernández) no le dará una muy cálida bienvenida, debido a resentimientos que le guarda por haberse ido, dejándolo todo atrás (un paralelo que la historia intenta establecer con la emigración que llevan a cabo las mariposas a Norteamérica)
Lo mejor del filme de Gambis, terminan siendo las escenas de las mariposas monarcas en su santuario, que vemos durante varios flashbacks de la infancia de Mendel, el cual iba a dicho lugar acompañado de su abuela. Desafortunadamente, la historia no está a la misma altura. Durante buena parte de la primera mitad, a la trama le toma mucho tiempo engancharte y despegar. Aunque los fragmentos del pasado de Mendel y su niñez nos ayudan a entender su pasión por las mariposas, la parte de la investigación nunca termina siendo muy interesante, ni con el suficiente peso en la película. William Mapother (Another Earth) tiene un pequeño papel como el jefe del área de investigación en donde trabaja Mendel, pero sin mucha relevancia en la historia. En lo que se centra más la segunda mitad del filme, es en la relación de Mendel con una chica norteamericana (Alexia Rasmussen), en unos extraños rituales en Michoacán durante el funeral de la abuela, así como en el ajuste de cuentas emocional que tendrá lugar en el pueblo. En resumen, la trama avanza a paso lento, y le toma tiempo ir a algún lado, en tanto que Tenoch Huerta no convence mucho en su papel de científico. ⭐⭐1/2
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