SIN CABALLO QUE ME LLEVE. Eduardo San Juan (en medio) |
Nada parece decirnos, durante los primeros minutos de este filme, que lo que veremos será un documental. El inicio tiene lugar en alguna playa de Veracruz, a donde llega, como traído por las olas, un conquistador español, nuestro narrador. El conquistador llevará a cabo una travesía, que inicia desde este punto hasta la Gran Tenochtitlán, perdón, la Ciudad de México. Dividida en varios episodios (el primero de ellos titulado precisamente 499), la película, dirigida por Rodrigo Reyes, competidora al premio a Mejor Documental Mexicano en el 18º Festival Internacional de Cine de Morelia, toma un muy original pretexto: emular la misma travesía que Cortés y su ejército llevaron a cabo para llegar a Tenochtitlán, y entrevistarse con el emperador Moctezuma. La idea, es ver, a través de sus ojos críticos, el panorama social y político del México del 2020.
Sin que nuestro conquistador español (interpretado por Eduardo San Juan) parezca percatarse de que se encuentra en el siglo 21, todo lo juzgará con su mentalidad y mirada de principios del siglo 16. Por ejemplo, en su narración en off, llama a los habitantes de una comunidad veracruzana "salvajes". En el patio de una escuela primaria, en donde se llevan a cabo honores a la bandera, les dirige a los niños un discurso, en los que proclama a todos como súbditos de la corona española. El ejercicio experimental nunca deja de ser interesante, ni resulta distractor, a pesar de que a lo largo del filme no nos dejamos de preguntar si el conquistador pudiera ser un loco que pertenece a esta época, o en verdad ha sido transportado del pasado al año 2020.
Como si se tratara de Bernal Díaz del Castillo, el soldado se dedicará a hacer algo parecido a una nueva y actualizada "crónica de la conquista". Mientras, la gente con la que se encuentra, como un vendedor de armas, o una madre que hace un crudo recuento, en la Ciudad de México, sobre cómo su hija adolescente fue violada y asesinada, o también miles de fieles en peregrinación a la Basílica, parecen sorprendidos de verlo. El aparentemente críptico título, con seguridad, se refiere al número de años transcurridos desde la Conquista de México, antes de llegar al próximo aniversario número 500, en el 2021. En resumen, una forma muy original, incluso algo intrigante, de mezclar un documental sobre la difícil y crítica situación del México moderno, con un toque de ficción. De lo mejor del FICM. ⭐⭐⭐⭐
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