LECCIÓN HISTÓRICA IMBORRABLE. David Oyelowo como Martin Luther King. |
La experiencia de ver Selma, es muy cercana a leer "My Life With Martin Luther King", las memorias escritas por Coretta King, la viuda del Dr. Martin Luther King. Selma no es precisamente una biopic de fórmula, que repase con precisión enciclopédica los sucesos importantes en la vida del reverendo King. En muchos momentos cae en la tentación de irse por el camino fácil, y ser la típica biopic televisiva, especialmente en su estructura narrativa. Pero lo atractivo del filme. es que representa un primer intento por llevar al cine la figura de Martin Luther King, en un melodrama fílmico de corte histórico.
King es interpretado excelentemente por un David Oyelowo metido hasta el cuello en el personaje, tratando de reflejar al máximo personalidad, manierismos, e incluso, casi consigue reflejar su poderosa voz y capacidad oratoria. La película es la crónica de cómo Martin Luther King, con su ideología de la lucha "pacífica y sin violencia" (al estilo de Gandhi) por los derechos civiles de los afroamericanos, empezó la intensa labor de convencer al presidente Johnson (magnífico Tom Wilkinson) para conseguir el derecho a votar de los ciudadanos negros. Renuente a agitar las aguas políticas en el senado, Johnson acabó ordenando a J. Edgar Hoover espiar a King. De hecho, la narración del filme muestra, en forma de títulos, eventos clave de dicha labor de espionaje, mostrando el escudo del FBI y la fecha en que fueron registrados.
El título hace referencia a la histórica marcha que encabezó Martin Luther King desde Selma hasta Montgomery, Alabama, en 1965. La realizadora Ava DuVernay ofrece un filme en donde la balanza se inclina más por el melodrama fílmico, que por la crónica documental, con una narración que tiene momentos estrujantes y poderosos, como los abusos y violencia usada por parte de la policía durante las protestas. No nada más Oyelowo está fenomenal, sino que también su compatriota, Carmen Ejogo, está muy bien como Coretta King. Igualmente, Oprah Winfrey (tan espléndida e irreconocible como en The Color Purple), y Tim Roth, como George Wallace, el gobernador de Alabama de tendencias racistas y conservadoras, están maravillosos. Aunque no alcanza a ser un filme extraordinario, no deja de sentirse al final de Selma el peso de la lección histórica que ofrece. Se queda impresa en nuestra memoria, valiosa e inolvidable, sin caer en ningún momento en lo reverencial hacia la figura de King, o en lo simplemente anecdótico y didáctico.
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