Esa copita le costará muchos dolores de cabeza a Bruce Willis. |
Una
comedia inferior de Blake Edwards, pero Blind Date (1987) es entretenida y nos
recuerda aquellos tiempos en que Bruce Willis podía ser gracioso. Y
casualmente, Willis hace un buen trabajo en otra película de Blake Edwards, un
año después, en Sunset (1988), donde interpretó a Tom Mix. En Blind Date
interpreta a Walter, un tipo al
cual le pasan un sin fin de desgracias en tan sólo una noche, luego de que su
hermano (Phil Hartman) lo engancha en una cita a ciegas con una bella rubia,
interpretada por Kim Basinger. ¿Quién podría decir que no? A Walter le es
advertido que no le puede dar alcohol a la chica, cosa que, desafortunadamente
para él, hace al primer minuto. Nadia, la rubia, con tan sólo un poco de
alcohol, se vuelve en un desastre, un torbellino ambulante, que le buscará a
Walter no pocos problemas.
La
música es de Henry Mancini, y la película tiene una serie de gags divertidos.
Los mejores son en la escena del restaurante, donde a Nadia le da por arrancar
los bolsillos de toda chaqueta que se le pone enfrente. John Larroquete se
agrega al reparto, como el exnovio de Nadia, quien se encuentra acosándolos
todo el tiempo. Kim Basinger luce atractiva y graciosa en estado de ebriedad,
sin que esto la consagre como una gran comediante. Hay un giro en la historia,
entrando el tercer acto, que me pareció poco creíble y forzado. Sin embargo,
esto conduce a otra secuencia muy graciosa y con buen humos slapstick (dentro
de la residencia) y la resolución (¡esos chocolates¡) me pareció ingeniosa. Sólo
por eso, le perdoné sus fallas a la historia.
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