viernes, 3 de agosto de 2007

CINE INÉDITO: CRÓNICA DE UNA FUGA * * * *

La segunda edición del Festival de Cine Argentino 2006, en la Ciudad de México, fue una enorme muestra que aglutinó lo mejor del más reciente cine proveniente del país sudamericano. Para quien esto escribe, al menos, el cine argentino es con toda seguridad el mejor de Latinoamérica, el que ha sabido tener una visión comercial, al unir estratégicamente fuerzas principalmente con España, en coproducciones que en el país ibérico encabezan las carteleras comerciales

A pesar de esfuerzos como el del Festival de Cine Argentino, aún falta para que el cine de este país sudamericano se posicione en las carteleras comerciales mexicanas. Es un buen paso el reciente estreno de Crónica de una Fuga, que además de Argentina, tan sólo se ha estrenado en unos cuantos países como Francia y Canadá, además de México. A lo largo de este año, Crónica de una Fuga (conocida también con el título de “Buenos Aires 1977”), ha ido pisando discretamente varios festivales, pero ganándose la admiración de la crítica por la denuncia que hace a la tortura practicada durante el régimen militar, en la llamada “Guerra Sucia” iniciada en 1976, con el golpe de estado a la vicepresidenta Isabel Martínez de Perón, en la que decenas de jóvenes contrarios al régimen militar fueron secuestrados y torturados, por las fuerzas policiacas de élite.

La película se exhibió durante el pasado Festival de Cine de Morelia en México, así como en la edición número 50 del reciente Festival de Cine de Londres, a finales de octubre del 2006, cosechando buenas críticas entre el público. Reciente filme del joven realizador uruguayo Israel Adrián Caetano (Un Oso Rojo, 18-j, Después del Mar), Crónica de una Fuga (Argentina, 2006) es una de sus mayores obras hasta el momento, junto a su magnífica crónica juvenil vista en su filme más famoso internacionalmente hablando, Pizza, Birra, Fasso (1998). Ahora, Caetano ha decidido dar un paso crucial al tocar en la película un tema espinoso, como el del régimen militar en Argentina durante los años 1970, que no culminaría sino hasta 1983.

Nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes de este año, Crónica de una Fuga se aleja del fuerte alegato político, para ofrecer un inquietante relato de supervivencia, que hace honor a la fuerza que un joven futbolista tuvo que demostrar durante su secuestro por parte de las fuerzas policiacas del régimen, interpretado de manera portentosa por un delgado Rodrigo de la Serna (el Alberto Granados de “Diarios de Motocicleta”). Claudio Tamburrini, arquero del equipo del Magro, pasó cerca de cuatro meses secuestrado en una residencia de las afueras de Buenos Aires, acusado de conspirar en contra del gobierno y pertenecer a una guerrilla revolucionaria comunista.

Emparentada temáticamente con otro memorable filme argentino, Garage Olimpo (Bechis, 1999), la mayor parte de Crónica de una Fuga se desarrolla dentro de la residencia (hoy desaparecida), un claustrofóbico escenario en el que Caetano muestra una gran facilidad para la puesta en escena, así como de un gran dominio en la dirección de todo su reparto, en el que destaca por igual la gélida presencia del actor Pablo Echarri, como el jefe de policia encargado de dirigir las torturas a las que someterá a Claudio y a otros jóvenes secuestrados, algunos en verdad combatientes del régimen.

Basada en el libro escrito por el mismo Claudio Tamburrini, “Pase Libre”, en el que cuenta con detalle esta experiencia ocurrida en 1977, y adaptada por el mismo Caetano, Esteban Student y Julián Loyola, lo realmente importante en la cinta no es tanto el tono político o el construir un thriller político. Más bien, Caetano se ha preocupado más por los personajes y sus propias problemáticas, en exponer con detalle la metódica y torturante maquinaria de la policia; en ir construyendo con sumo cuidado y sin prisas las emociones de Claudio y sus otros compañeros secuestrados: del pánico de saberse inocente y no poder desmentir las acusaciones de las que era objeto, a la fortaleza mental y física cuando, afeitado de la cabeza y desnudo, decide finalmente huir junto a otros cinco jóvenes una noche.

En ese sentido, la fuga no será el centro del argumento (ocurre al final y les toma unas cuantas horas planearlo y decidirse), sino la manera en que Claudio, cuya vida era el fútbol sin importarle para nada la política, decidió “hacer equipo” con sus más “políticos” compañeros, olvidarse de sus diferencias y escapar, desnudos, en medio de la noche, representando así el simbólico “renacer” hacia una nueva vida. “La política es un asco”, dirá el padre de uno de los jóvenes, hacia las últimas escenas en las que nosotros, con un respiro de alivio, vemos como cada uno terminó libre, exiliados algunos en Europa, pero eso sí, alejados de la política. Bien por ellos.
++ Sin fecha de estreno en España.

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