Javier Gutiérrez (derecha) como el coach de basquet. |
No debió haber sido fácil para el realizador español Javier Fesser dirigir una película como ésta. Y lo primero que piensas al leer la sinopsis de Campeones es "Otra de esas películas que te manipularán emocionalmente, y que te intentará exprimir hasta las lágrimas con su premisa". Nada más lejos de ser así. Si hay algo que impresiona al ver Campeones, es el humor que Fesser decide imprimir a esta historia sobre un hombre, Marco (Javier Gutiérrez, estupendo), coentrenador de la selección nacional de basquetbol español, quien luego de provocar un accidente por ir conduciendo borracho, una jueza le da dos opciones: ir a prisión, o hacer trabajo comunitario entrenando al equipo de basquetbol de personas "capacidades diferentes". Si al principio uno cree que debió de haber aceptado la primera opción, al ver que su equipo no luce muy prometedor, cuyos miembros con trabajos pueden hacer un pase, botar el balón, o anotar una canasta, pasado el primer acto Marco verá la experiencia como un reto, el de convertirlos en campeones en un lapso de 90 días.
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