miércoles, 17 de febrero de 2021

THE ONE AND ONLY IVAN

Amigos inseparables.

Para ser una película producida por la Disney, familiar y enfocada al público infantil, encontré The One and Only Ivan un filme algo gris y triste. Basada en un libro escrito por Katherine Applegate, la película no es triste por su tema (de hecho, libro y película están inspirados en la vida de un talentoso gorila de la vida real), sino porque el Iván del título (voz de Sam Rockwell), un gorila que vive en confinamiento y que trabaja actuando en un pequeño circo, no transmite otra cosa que tristeza y melancolía. No es para menos, ya que cuando Iván no está actuando en el circo (instalado en un centro comercial), en donde lo único que hace es salir a gruñir,  moverse para un lado y para otro, y lucir intimidante para impresionar a los visitantes, se la pasa dentro de un gran cubo con ventanas, con algunos troncos, cuevas, montañas de concreto, y sumamente infeliz. Bob (voz de Danny de Vito, robándose la película gracias a su buena vibra), un perrito que gusta de escabullirse dentro de las instalaciones del circo, es el mejor amigo de Iván, con quien charla horas y horas. Stella (voz de Angelina Jolie), una elefanta, y Ruby (voz de Brooklyn Prince), una elefantita recién llegada, son también la principal compañía de Iván, quienes con todo su encanto y dulce tristeza, amenazan con transformar el filme en un nuevo Dumbo (sin orejas largas incluidas). El propietario del circo, Mack (Bryan Cranston), está desesperado, debido a la falta de visitantes suficientes que ayuden a salvar el negocio. Julia (Ariana Greenblatt), la hija de un empleado del circo, es la única amistad humana de Iván, la cual le ayudará a descubrir un talento oculto: el arte pictórico. 

De haberse explotado un poco más el descubrimiento de la sensibilidad artística de Ivan, siento que el filme hubiera sido un poco más interesante. No digo que el más ambientalista tema sobre la necesidad de liberar a los animales de un deprimente circo, y llevarlos a su ambiente natural, sea menos interesante. El problema, es que más de la mitad del filme se desarrolla en el circo, en donde poco o nada interesante ocurre hasta llegado el tercer acto, ya muy avanzado el filme. Bob termina robándose el filme, con todo su perruno encanto. Mientras, Bryan Cranston tiene un momento gracioso relacionado con su cabello (bastante revelador y, diría yo, valiente), mientras que Ruby también tiene espacio para derrochar dulzura. Vale aclarar que todos los animales son, como ya se está haciendo costumbre en filmes de la Disney, generados con un espectacular realismo digital (recordar la nueva versión del Rey León), algo que sin duda vale la pena ver en la película. Pero insisto, en general, una película demasiado triste y apagada para mi gusto. ⭐⭐1/2

+Disponible en Disney + 

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