Como toda buena historia romántica que se precie de serlo, este filme comienza con un encuentro inesperado, entre Juliette (Maud Wyler), una extraña chica, cuyo coche es robado a mitad de la carretera por una mujer nudista, y Pierre (Swann Arlaud), el policía de un pequeño pueblo en Vosges, Francia. Pierre vive con su familia, formada por su mamá (Fanny Ardant, en un pequeño papel), la locutora de un programa de radio nocturno, especializado en temas sobre el amor, su hermano (Nicolás Maury), un científico especializado en lombrices, y la hija preadolescente de este último (Patience Muchenbach). Pierre empezará las investigaciones pertinentes, para encontrar el coche de una no muy paciente Juliette, la cual, desde el inicio, adivinaremos que ha llegado para poner de cabeza el mundo del joven policía.
Para ser una historia romántica, la trama se siente demasiado fría y tendiente a lo filosófico y poético, algo que no es un problema en sí. Más bien, la química entre los dos personajes toma su tiempo para desarrollarse, y tarda en llegar, ya muy avanzado el tercer acto. Lo que acaba salvando al filme, es la intención de Erwan Le Duc, su realizador, por conseguir una historia poblada de personajes y situaciones extravagantes, y con algunos destellos de humor.
⭐️⭐️⭐️
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