NO CABEMOS EN EL MISMO PUEBLO. Ben Affleck y Henry Cavill. |
Hagan sus apuestas. ¿Quién ganaría en un enfrentamiento entre los icónicos superhéroes de la DC Batman y Superman? Es algo digno de verse en el cine. Suena épico, imperdible, algo que haría temblar la tierra. Seguro uno de los aspectos que más tuvo a Zack Snyder pensando mientras concebía esta idea, fue el crear un conflicto interesante entre dos de los personajes con más seguidores entre los lectores de cómics. ¿Es posible que Batman y Superman puedan odiarse y entren en guerra? ¿Sería una guerra territorial, o una guerra por ver quién es más popular, o más fuerte, o más poderoso?
Snyder (quien ya se había involucrado en el universo de los cómics en Watchmen y Man of Steel) se ha echado encima un paquete de dimensiones colosales, teniendo detrás millones de miradas de fans ansiosos, expectantes y, por supuesto, exigentes desde el año pasado, esperando cómo el director iba a tratar a sus adorados personajes. Además, tuvo a muchos con taquicardias y extremidades temblantes, debido a que Batman tendría -una vez más- un nuevo rostro con Ben Affleck (o Batfleck, para los amigos), poniéndose ahora un traje más musculoso y como pasado por esteroides.
Desafortunadamente, el resultado no ha sido lo que muchos esperábamos. BvS retoma el tono obscuro de Man of Steel y de la última franquicia de Batman, dirigida por Christopher Nolan (de hecho, productor ejecutivo de Man of Steel y de BvS). Sí, tiene una atractiva -y muy redituable- idea detrás, pero hace que uno se empiece a preguntar ¿es eso suficiente para hacer una buena película de Batman contra Superman? No, no lo ha sido en este caso. Zack Snyder nos cuenta lo que ya hemos visto antes, los orígenes de Batman. No se le arruinará la película a nadie con decir que los padres de Bruce Wayne fueron asesinados al ser asaltados en la calle al salir del cine (aquí, saliendo de ver Excalibur), lo que marcó traumáticamente su vida y lo llevó a convertirse en el "caballero de la noche". Jeremy Irons interpreta ahora a un Alfred sin mucho del entrañable y leal anciano mayordomo que hemos visto antes.
La historia retoma los últimos acontecimientos de Man of Steel, en donde Superman (Henry Cavill) se enfrenta con Zod (Michael Shannon), y lamentables eventos ocurren en medio del caos y la destrucción. Bruce Wayne es testigo, y su furia contra el "hombre de acero" se enciende al culparlo por haber hecho más daño que bien a una ciudad que, de por sí, se encuentra dividida entre quienes lo siguen y quienes le guardan rencor. Por su parte, Clark Kent/Superman desea ver borrado del mapa al hombre murciélago, al sentirlo más bien como un estorbo. En general, tenemos dos egos atacándose uno al otro, ambos creen que en el mundo no hay suficiente espacio para los dos.
Snyder no nos lleva a ningún lado durante poco más de la mitad de la película. Nosotros como espectadores estamos en medio de una batalla que sentimos jamás llegará. Batman y Superman se quedan como dos pugilistas en el ring sentados en sus esquinas, mirándose feo uno al otro, tirándose mala leche, pero sin que uno de los dos lance el primer golpe. Mientras ellos se deciden, Lex Luthor (Jesse Eissenberg, con melena pelirroja y usando su característica verborrea a alta velocidad) planea crear un monstruoso mutante, Doomsday, usando el cadáver del general Zod (o más bien, el modelo en cera de Michael Shannon), mas dosis de materia kriptoniana, para así acabar con Superman. Lois Lane (Amy Adams) se encuentra desconcertada debido al comportamiento inaccesible y sombrío de un Superman que parece diferente al que conoció en un principio. En resumen, su popularidad a bajado en los medios y la opinión pública.
BvS acaba siendo una atractiva idea desperdiciada, debido a una historia que se siente estancada y no encuentra bien su punto de arranque. Tarda mucho en llegar a su punto de ebullición. Cuando llega es visualmente impactante y espectacular. Otra cosa desafortunada, es que Wonder Woman (Gal Gadot) llega muy tarde a la fiesta. Bajo la identidad secreta de Diana Prince, se encuentra en la historia medio perdida, sin saber cuándo, cómo y dónde poder integrarse de lleno. Al final, un filme demasiado gris, sobrio y de una exagerada solemnidad. Pelis como BvS existen por otra razón, el ser una plataforma para el inicio de futuras películas de otros superhéroes de la "Liga de la Justicia", que aquí hacen algo poco menos que cameos.
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