ACES DEL CIELO. Hiccup y Toothless pasarán una dura prueba en esta secuela. |
Hiccup (Jay Baruchel) y su temible y mítico dragón negro, Toothless, lucen invencibles y más entrañables que nunca en How to Train Your Dragon 2. Tan entrañables como un niño con su adorada mascota. Pero también tienen un aire de superhéroes en esta secuela. El lazo que los une ha sido doblemente reforzado, y hay escenas que quitan el aliento. Aquellas en las que ambos están volando a gran velocidad entre las nubes, ya que nuestro protagonista (el cual, debemos recordar, es un talentoso inventor y diseñador de artilugios) ha creado un traje especial con el que puede volar. El número de dragones ha aumentado y, para ser sinceros, son más extraños en su concepción y diseño. Hay algunos que parecen una cruza de reptiles con aves, mientras otros parecen alebrijes (esas criaturas fantásticas que son creadas en México de manera artesanal).
El viaje de maduración vikinga de Hiccup no ha terminado, compitiendo junto con Toothless en carreras de dragones para ver quién atrapa más ovejas. Hiccup se encuentra con dos problemas: unos caza-dragones han llegado a perturbar la paz de la isla vikinga de Berk, y segundo, su encuentro accidental de una caverna de hielo. La caverna es como un portal hacia un nuevo mundo, poblado de dragones de todo tipo, que se nota muy inspirado en Avatar. En dicho lugar, se encontrará con un misterioso personaje, una especie de "guardiana de los dragones". No diré más, tan sólo que este personaje es importante en el pasado de Hiccup, que ha llegado a mover sentimientos y emociones encontrados en su corazón, y que Cate Blanchett le da voz.
Es justo cuando la historia toma un giro ambientalista. Este universo es un santuario para dragones en donde pueden vivir a salvo y sin ser cazados, bajo el resguardo y protección de un gigantesco dragón-deidad, de color blanco, apariencia "krakenezca", y en lugar de fuego exhala hielo. Drago (Djimon Hounsou), el villano, parece una versión animada de Mickey Rourke, un vikingo cruzado con cavernícola de la era de hielo. Es temible y escabroso, cada vez que emite un grito de guerra para llamar a otro monstruoso "Kraken", que tiene el poder de hipnotizar a todos los dragones y tenerlos bajo su poder. La carga dramática del filme toma proporciones de dicho tamaño durante el clímax, épica diría yo, y a muchos se les hará un nudo en la garganta en el tercer acto. Llevar pañuelos desechables para los pequeños.
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