martes, 22 de enero de 2013

THE MEN WHO STARE AT GOATS * * 1/2

CAPRINO TERAPIA. George Clooney en sesión hipnótica con una cabra.

Su título suena algo espanta-audiencias, pero no deja de despertar cierta curiosidad sobre lo que esconde la historia de esta película. No todo en ella es sobre "hombres que miran fijamente cabras", aunque desafortunadamente el resto tampoco es mucho mejor. Como sátira militar, The Men Who Stare at Goats (2009) no acaba siendo lo suficientemente graciosa, y siendo sincero su premisa cae en lo ridículamente estúpido. Ligeramente inspirada en el libro de Jon Ronson, el reparto del filme es tentador, encabezado por Ewan McGregor y George Clonney, con Jeff Bridges y Kevin Spacey en papeles secundarios. Y si bien la película tiene algunos momentos cómicos, en la travesía desértica que emprenden McGregor, interpretando a un desafortunado periodista, en aventura por Kuwait para demostrarle a su esposa que tiene agallas, y Clooney, como un militar retirado en una misión secreta (nunca me quedó claro cuál era exactamente dicha misión), en general, el intento de farsa se queda a una nariz de ser funcionalmente aceptable.

Tal vez esta sea la primera película protagonizada por Jeff Bridges que no me dejó del todo satisfecho. No niego que el actor está muy bien como un gurú hippie con ideas new age y pacifistas, fundador de un proyecto secreto en los 1970s: un cuerpo de élite llamado el Ejército de la Nueva Tierra, con la creencia de que la mejor arma para combatir al enemigo es con las capacidades psíquicas. Los tipos se entrenan para causar infartos a animales con el poder de la mente, entre otras idioteces. Mi problema fue sentir a Bridges en la película inadecuada. Grant Heslov, dirigiendo su segundo largo, no es del todo capaz de sacar algo más divertido e hilarante de la insanidad y locura que envuelven la premisa. Hay una buddy movie escondida en la química que logran McGregor y Clooney, el primero muy bien como el personaje involucrado en situaciones inesperadas y fuera de su alcance; el segundo, sabiendo cómo explotar su vena cómica (se ve casi como en Three Kings pero en clave de comedia) cuando se debe. Lo malo, es que esto se ve totalmente desplazado por demasiados flash backs y distracciones hacia personajes secundarios que no aportan mucho.    


1 comentario:

Joel Meza dijo...

A mí Three Kings me pareció siempre una comedia...

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