lunes, 17 de septiembre de 2012

RUDO Y CURSI * 1/2

BANANA KICK. Gael García Bernal y Diego Luna.

De la dupla formada por los hermanos Cuarón, es Alfonso (Harry Potter and The Prisoner of Azkaban, Children of Men) el realizador más interesante, el de las ideas buenas y talento probado.  A Carlos Cuarón, con su reciente y fallida Rudo y Cursi (2008), no le queda más que vivir bajo la sombra de su más talentoso hermano. La película trae de nuevo a esa otra dupla fílmica mexicana, Gael García y Diego Luna, en un inútil intento por hacerla tan funcional y con la misma química de Y tú Mamá También (película también de Alfonso), sin los mismos resultados. Es decir, ya no es más que la predecible intención comercial de explotar el nombre de los dos actores y nada más. Carlos no hace más que copiar el mismo y muy económico estilo de filmarlo todo con cámara portátil.  Hay momentos en los que te sientes como en una especie de secuela de Y tu mamá... Lo cierto, es que en esta muy faustiana parodia del mundo del fútbol, instalada en México, poco o nada funciona. Desde esa monótona narración en off del diabólicamente misterioso agente deportivo (el argentino Guillermo Francella), hasta el mediocre guión, que cierra con un anti-climático partido de fútbol.

En resumen, un churro, orgullosamente echo y derecho; no muy gracioso ni con una historia interesante. Gael y Diego interpretan a dos hermanos, que viven en algún punto no identificable de la provincia mexicana, dedicados al negocio del plátano. Parece que ambos provienen de puntos separados e indefinidos del país, tan indefinidos como los ridículos acentos del cual echan mano. Cuando un busca talentos descubre que el "Cursi" (García Bernal) y el "Rudo" (Luna) tienen talento para el "balón-pie", ambos ven la oportunidad de sus vidas para salir de su pueblo y vivir en la gran capital. Sin embargo, la fama, la riqueza y el éxito repentino les caerá de peso. El "Cursi" con un deseo ridículo de convertirse en cantante; mientras que el "Rudo" será víctima del mundo de los casinos y apuestas. Cuarón debió suponer que esto le daría al filme un toque muy Hollywood. Como sea, el diseño de producción es más o menos aceptable, pero si busca un buen filme futbolero, olvídelo. Para estas parodias y melodramas sociales-soccerianos, los británicos son los maestros consumados. 

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