Thomas Jane. |
Podría
poner sin temor alguno a The Punisher (2004), como una de las peores
adaptaciones de un cómic que jamás se hayan hecho. Personaje de la casa Marvel,
y que originalmente fue antagonista de Spidey, The Punisher es un antihéroe que
busca venganza contra los asesinos de su esposa e hijo. La idea de hacer una
adaptación en forma de una exploitation movie falla completamente, debido a una
trama llena de fallas y situaciones absurdamente inverosímiles. Básicamente, es
la historia de un tipo con una “fantasmagórica” capacidad de regresar de la
muerte. Luego de ver morir a su familia, los villanos acribillan a nuestro
protagonista, Frank Castle (Thomas Jane, con nulo carisma en la pantalla),
quien, milagrosamente, sobrevive para regresar como el vengador The Punisher.
Su sello personal: vestir una camiseta con la figura estilizada de un cráneo.
John
Travolta es el villano, responsable de la muerte de la familia de Castle. Como
suele suceder, Travolta jamás convence interpretando al malo de la historia. Si
algo rescatable tiene la película, son 2 o 3 escenas de acción y la pelea con
el ruso. Quizás el mayor problema de esta película, es su pésimo guión y la
total falta de personajes interesantes y, en especial, química entre ellos. Ese
grupo de vecinos de Castle, formado por una bella rubia (Rebecca Romijn), un
tipo lleno de piercings en la cara y otro regordete y torpe, jamás me lo creí.
Y menos el hecho de que junto a su apartamento, Castle haya instalado su
sofisticado cuartel general. No me extraña que no haya habido secuela a la
fecha.
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