Jack Nicholson en "The Crossing Guard" (1995) |
El
segundo largometraje dirigido y escrito por Sean Penn (dedicado al escritor Henry Charles Bukowsky Jr., su gran
amigo) es una película sobre el duelo que viven unos padres por la muerte de su
hija. Sin embargo, cada uno lo vive por su lado al estar divorciados, y cada
uno lo vive a su manera. Al estar protagonizada por Jack Nicholson y Anjelica
Huston, quienes interpretan a esta expareja, la premisa tiene un realismo más
directo y contundente. Sus discusiones se sienten y se respiran. Cuando ambos
tienen una plática en un restaurante, sus miradas se cruzan, las lágrimas de
ella son auténticas, mientras se reprochan uno a otro los errores del pasado.
Mary se ha casado por segunda ocasión, mientras Freddy, dueño de una joyería,
lleva una vida nocturna relajada, viendo espectáculos de strippers y,
ocasionalmente, acostándose con ellas. El responsable de la muerte de su hija,
John (David Morse), por atropellamiento accidental, ha cumplido su condena de 5
años en la cárcel y ha salido libre.
Freddy
se ha propuesto algo: asesinar al tipo que mató a su hija. En su narración,
Sean Penn desea establecer un marcado contraste entre ambos personajes. El
expresidiario trata de llevar una vida normal, ganarse la vida honradamente e,
incluso, encontrar el amor en una guapa rubia (Robin Wright, futura esposa de
Penn en aquella época). Mientras, Freddy lleva una vida decadente y sus
intentos de asesinar a John son fallidos, casi patéticos y risibles. La
persecución final, es como la cacería de un viejo lobo en contra de una presa
indefensa. John lleva su propia carga, un sentimiento de culpa que no lo deja
vivir ni amar. El guión de Penn no es muy consistente, cae a veces en el
letargo. Aunque la actuación de Nicholson es magnífica, su personaje se pierde
en una historia demasiado débil, en una película tan sólo “de momentos”. Momentos,
no sólo entre Nicholson y Huston, sino entre el primero y David Morse.
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