District 9 le da la vuelta a la ciencia ficción y a los filmes serie B, con un relato en el que los extraterrestres son las víctimas de la raza humana.
Con seguridad District 9 es una de las mejores películas del año. Es uno de los filmes más originales de ciencia ficción que haya visto en mucho tiempo. No está ambientada en los Estados Unidos (por alguna extraña razón, lo extraterrestres siempre eligen llegar a los E.U.), ni el gobierno estadounidense estará involucrado cuando una nave espacial gigantesca llegue accidentalmente a Johannesburgo, Sudáfrica, en 1982. El ejército y el gobierno sudafricano se las han arreglado solos con la llegada de alienígenas a la Tierra.
No han llegado a invadirnos, ni a exterminarnos. Lo novedoso de este relato, es que los extraterrestres son las víctimas de los terrícolas, y viven confinados en una especie de guetto llamado “District 9”. Los aliens viven en condiciones marginales, su alimentación se basa en comida para gato y viven subyugados ante la fuerza armamentista del ejército. Lo que hace Neill Blomkamp, quien previamente había realizado un cortometraje llamado “Alive in Joburg”, de donde se inspiró para crear “District 9”, es un ejercicio de corte realista. Blomkamp, apadrinado por Peter Jackson en la producción, experimenta con varios formatos: el falso documental, el melodrama, la ciencia ficción y el “horror orgánico”. Hay varios guiños a películas representativas del género, como “The Fly”, en la versión de David Cronenberg, o también “Enemy Mine”, de Wolfgang Petersen, una interesante película de ciencia ficción, en el que se relataba la amistad que surgía entre un humano y un extraterrestre, cuyas razas se encuentran en guerra, cuando sus naves se estrellan en un extraño planeta.
El problema es que la mezcla de numerosos formatos, géneros y referencias cinéfilas, hacen que District 9 tenga un pero: su falta de consistencia, de unidad. A pesar de todo, la película es un intenso relato, en el que Blomkamp intenta hacer una metáfora del “Apartheid” y el racismo en Sudáfrica, a principios de los 1980. El resultado es espectacular, con unos extraterrestres que lucen como una combinación de grillos y langostas. En ocasiones, parecen más humanos que otra cosa. Empatizamos con los alienígenas de inmediato, son capaces de expresar emociones muy humanas. Llega un momento en que no sabemos quienes son los “monstruos” y quienes son los humanos.
Todo es narrado a través de los ojos de un desafortunado empleado del gobierno (Sharlto Copley), un tipo que de ser un torpe burócrata, encargado de supervisar cada rincón del “distrito 9”, empezará a convertirse en un mutante extraterrestre por un desafortunado accidente. Además, será visto por el gobierno y por las mafias que viven dentro del “distrito 9”como una valiosa arma.
Lo mejor, es que al final District 9 no es una simple película de acción y notables efectos especiales. Con un impresionante diseño de producción, District 9 es una película que se convierte en una interesante reflexión sobre el fascismo, el racismo, la intolerancia y, por difícil que parezca, la amistad, la fraternidad y el amor paterno filial. Hay algo de horror gore, cabezas que vuelan y más escenas algo escalofriantes. Aunque creo que lo más sorprendente en la película de Blomkamp, es su capacidad para conmover al espectador, a través de unos alienígenas increíblemente diseñados, que se ven amenazadores pero, al mismo tiempo, vulnerables.
++Lo mejor: Los alienígenas y el magnífico diseño de producción.
++Lo peor: La inconsistencia en su gran mezcla de formatos y referencias.
1 comentario:
I can say it took me by surprise, and really didnt expect to see that, but over all, its not a movie i want to see again but im glad i saw it.
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